Violencia, Financiero
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El atraco es uno de los factores de riesgo al que están expuestos los trabajadores y trabajadoras que desarrollan su actividad laboral en el sector financiero.

Los estamentos sanitarios consideran como accidente laboral los daños y secuelas, tanto físicos como psíquicos, producidos como consecuencia de un atraco.

El riesgo de robo o atraco puede presentarse en cualquier momento, para ello, se debe disponer de mecanismos de seguridad y protección frente a atracos. El miedo a ser atacado puede provocar estrés.

  • Todo el personal ha de estar entrenado acerca de la manera segura de responder si sufren un robo.
  • Cada persona trabajadora puede saludar a cada persona que entre y procurar un contacto visual, lo cual ayuda a desalentar a los ladrones, que prefieren evitar la atención.
  • Cuando vea un robo, no debe intentar parar físicamente al ladrón.
  • Cuando un ladrón va a salir del edificio, es mejor no cerrar las puertas: las personas que se sienten atrapadas son más proclives a aterrarse y actuar violentamente.
  • No hay que acercarse a una distancia menor a un brazo respecto del ladrón. No intentar perseguirlo, pero sí tomar nota mental de su altura,  peso,  color de piel, del pelo, su ropa y zapatos, y cualquier otra característica.
  • Avisa del incidente inmediatamente al responsable inmediato, a seguridad y a la policía.  

Pero no solo los atracos constituyen actos de violencia contra el personal que trabaja en una oficina bancaria. Las personas que trabajan en las sucursales bancarias son la ?cara visible? de la banca, por lo que lamentablemente sufren ataques por parte de la propia clientela o incluso de personas ajenas a la entidad, ya sea en forma de insultos y amenazas verbales, ocupaciones de oficinas, intimidaciones, agresiones,? llegando en casos extremos a ejercer violencia física extrema contra los trabajadores y trabajadoras.

La agresividad que sufren las plantillas del sector financiero provoca, en un grado cada vez mayor, cuadros de ansiedad, shock post-traumático, procesos depresivos e incremento del consumo de fármacos.

El acoso en una entidad financiera también forma parte de las agresiones que puede sufrir el personal en su puesto de trabajo. Y un grave problema que surge es el relativo a acoso sexual que sufren, mayoritariamente las mujeres, en su puesto de trabajo. El acoso sexual no es, desgraciadamente, algo tan raro en los centros de trabajo. Dicho acoso no necesariamente tiene que provenir de forma exclusiva del personal perteneciente a la empresa, sino que puede proceder de la propia clientela o personal ajeno a la empresa. Si, además quien lo practica tiene un puesto superior jerárquico puede conducir a situaciones angustiosas. Y sobre dicho acoso también debe actuar la empresa.

  • TSi quien acosa sexualmente a una trabajadora pertenece a la plantilla de la empresa, abrir expediente sancionador a la persona acosadora por falta muy grave cuando quede demostrada su actuación.
  • Si el acoso procede de la clientela, adecuar mecanismos de derecho de admisión, expulsando inmediatamente a la persona acosadora. En caso de que esta persona se niegue a abandonar la sucursal, llamar a la policía para que lo desalojen.
  • Tolerancia cero por parte de la empresa frente a cualquier tipo de acoso en el lugar de trabajo. Publicación de su política de empresa libre de acoso.

¿QUÉ HACER EN CASO DE SUFRIR UN ATRACO O ALGÚN OTRO TIPO DE AGRESIÓN?

Siempre se debe denunciar cualquier acto de violencia que se pueda haber sufrido, independientemente de si hablamos de insultos verbales, agresiones físicas o acoso.

Este tipo de situaciones están consideradas como accidentes de trabajo, por lo que se debe acudir a la mutua para que puedan realizan una evaluación médica de las posibles consecuencias que podemos sufrir tras cualquier tipo de agresión.

Pero tan importante es la valoración de la salud física como la evaluación de la salud psicológica de quien ha sufrido la agresión. Las secuelas psicológicas por estrés post-traumático pueden surgir días, semanas e incluso meses después. Y deben ser consideradas como contingencias profesionales.

Si te encuentras en alguna situación de este tipo, no dudes en contactar con las delegadas y delegados de CCOO en su empresa para que te asesoren, te orienten y te ayuden.